Voy a hablaros de la historia de la Bandera de España, que estoy seguro que pocos de vosotros conocíais, pero que, según mi opinión, deberíamos conocer todos los españoles.
Pues
todo comienza al subir al trono Carlos III, que observó que la mayoría de los
países utilizaban pabellones en los que predominaba el color blanco
(España, Francia, Gran Bretaña, Sicilia, Toscana...) y, dado que estaban
frecuentemente en guerra entre sí, se producían lamentables confusiones en la
mar, al no poder distinguirse si el buque avistado era propio o enemigo hasta
no tenerlo prácticamente encima; por ello, encargó a don Frey Antonio Valdés y
Fernández Bazán, Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, su
Ministro de Marina, que le presentase varios modelos de banderas, con la única
condición de ser visibles a grandes distancias. El Ministro convocó un concurso
seleccionando doce bocetos de los presentados, los cuales mostró al rey.
Estandarte que usaba la marina española:
Estos fueron los doce bocetos presentados a Carlos III:
Por Real Decreto de 28 de mayo de 1785, dispuso:
“Para evitar los inconvenientes y perjuicios, que ha hecho
ver la experiencia, puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa mi Armada
Naval y demás embarcaciones españolas, equivocándose a largas distancias o con
vientos calmosos, con las de otras naciones, he resuelto que en adelante usen
mis buques de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las que
la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del
total y la de en medio amarilla, colocándose en esta el escudo de mis Reales
Armas reducido a dos cuarteles de Castilla y León con la Corona Real encima... ”.
Más
tarde, amplió el uso de esta bandera a todos los establecimientos dependientes
de la Armada.
Bandera usada en buques de guerra:
Bandera usada en buques mercantes:
El
Ejército continuó utilizando las banderas anteriores, excepto el Cuerpo de
Ingenieros, que desde su creación usó bandera morada.
El
8 de marzo de 1793, durante el reinado de Carlos IV, se hace extensivo el
uso de la bandera rojigualda a las “plazas marítimas, castillos y defensas de
las costas”.
Pero
la unificación de la
Bandera de España se hace durante el reinado de Isabel II
(1833-1868) y siendo presidente del Gobierno provisional don Joaquín María
López, se da en Madrid un Real Decreto de 13 de octubre de 1843 por el
que banderas, estandartes y escarapelas adoptaban con carácter general los
colores rojo y amarillo.
El Real Decreto de 13 de octubre de 1843 dice:
“Siendo la Bandera Nacional el verdadero símbolo de la
Monarquía Española, ha llamado la atención del Gobierno la diferencia que
existe entre aquella y las particulares de los cuerpos del Ejército. Tan
notable diferencia trae su origen del que tuvo cada uno de estos mismos
cuerpos; porque formados bajo la dominación e influjo de los diversos reinos,
provincias o pueblos en que estaba antiguamente dividida España, cada uno
adoptó los colores o blasones de aquel que le daba nombre. La unidad de la monarquía
española y la actual organización del Ejército y demás dependencias del
Estado exigen imperiosamente desaparezcan todas las diferencias que hasta ahora
han subsistido”.
El
R.D. dispone la sustitución de todas las enseñas del Ejército por otras nuevas
rojigualdas, colores hasta entonces utilizados por la Armada y por algunos
Batallones de la Milicia Nacional, ya que habían ido tomando carácter de
símbolo liberal, frente a las blancas, también utilizadas por los carlistas
durante la pasada Guerra Civil.
Por
el citado R.D. en adelante las banderas deberían ser todas rojigualdas, de 1,47
x 1,47 m, con un escudo circular en el centro con las armas Reales,
reducidas al cuartelado de Castilla y León, con las lises en su centro y la
granada en punta.
Durante el Gobierno Provisional (1868-1871) se
ordenó que en el escudo llevase el cuartelado de Castilla, León, Navarra y
Aragón, con la corona mural, y que se añadiesen a sus dos lados las columnas de
Hércules.
Durante
el reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873) rescata el escudo modelo 1843,
cambiando el escusón central de Borbón por el de la casa de Saboya: rojo con
una cruz llana blanca.
El
2 de octubre de 1873, estando la Primera República, se ordena la supresión de
todos los símbolos
reales
de los escudos. Además se presentó un proyecto para cambiar la bandera bicolor
por una tricolor en la que dominasen los colores rojo, blanco y azul. Pero
debido a que la República duró poco tiempo, se siguió adoptando la bandera
rojigualda.
En 1878, y ya reinando Alfonso XII, se decide volver a la bandera del modelo isabelino, promulgada en 1843.
El
14 de abril de 1931 se proclama la II República y ésta elabora un decreto
diciendo que se adopta
como
Bandera Nacional la bandera tricolor, formada en su parte superior del color
rojo, en su parte intermedia, amarillo y en su parte inferior, morada oscura.
Fijándose en el centro de la banda amarilla el escudo (el escudo que se adopta
es el que aparecía acuñado en las monedas de cinco pesetas acuñadas por el
gobierno provisional entre 1869 y 1870, es decir, cuartelado de Castilla, León,
Aragón y Navarra, con la Granada en punta, timbrado por corona mural y entre
las dos columnas de Hércules.
El
18 de julio de 1936 comienza la Guerra Civil, usándose en un primer momento por
ambos bandos
la
bandera tricolor. Pero el 28 de agosto de 1936 el general Cabanellas
(Presidente de la Junta de Defensa Nacional) reestablece, mediante un decreto
en BOE, que la bandera de España es la bicolor, roja y gualda. Pero manteniendo
en su interior el escudo republicano.
En
un primer momento, la bandera bicolor mantiene el mismo formato que la
tricolor, es decir, las tres franjas son de la misma anchura, pero a medida que
se van confeccionando nuevas banderas, éstas ya se iban haciendo con una anchura
doble en la parte central con el color amarillo.
El
2 de febrero de 1938 se
dispuso que en adelante el escudo central de las banderas y estandartes sería el de los Reyes Católicos, pero timbrado por corona
real abierta y colocado sobre el pecho del águila negra de San Juan (A ambos lados de la cola del águila hay dibujada un yugo y unas flechas con las iniciales "Y" del yugo de Ysabel "la católica", y la "F" simbolizando las flechas de Fernando "el católico").
Años
después de la finalización de la guerra, en octubre de 1945, se publica un
detallado reglamento de banderas. En el escudo, se estiliza más el águila negra
de San Juan y se colocan las torres de Hércules en los laterales de las alas
del águila.
Este
modelo de bandera prosiguió tras la muerte del general Francisco Franco hasta
1977, reinando ya Juan Carlos I. La diferencia fue que aún manteniendo el
águila, ésta tenía sus alas mucho más abiertas (águila “pasmada”), las columnas
de Hércules vuelven a colocarse dentro de las alas, y la cinta con el lema UNA
GRANDE LIBRE se desplaza del cuello del águila, para situarse por encima de su
cabeza.
En
la Constitución Española de 1978 se describe la Bandera Nacional, sin embargo
en dicha Constitución no se habla nada del Escudo Nacional. Por lo que la
Bandera Constitucional es sin escudo.
En la ley de 1981, (BOE número 250, de 19 de
octubre de 1981) ya
sí se habla del Escudo Nacional y se dictamina que la
Bandera Nacional se usará con el nuevo escudo en los establecimientos
oficiales, tanto civiles como militares.
La
diferencia con el anterior consiste en que el escudo del águila ha sido
sustituido por otro
cuartelado
de Castilla, León, Aragón y Navarra, con la Granada en punta y el escusón
central de la casa de Borbón, timbrado por corona Real y entre las columnas de
Hércules a sus costados.
Si deseáis ampliar conocimientos sobre la Bandera, Escudo e Historia de España os animo a visitar el museo del ejército en Toledo y el museo naval en Madrid, entre otros.
Si deseáis ampliar conocimientos sobre la Bandera, Escudo e Historia de España os animo a visitar el museo del ejército en Toledo y el museo naval en Madrid, entre otros.
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